Ignacio de Blas, doctor en Veterinaria e investigador del Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2), estuvo en el Campus Río Ebro, donde habló de la relación entre la medicina humana y la veterinaria
Su conferencia puso el acento en la necesidad de entender cómo se transmiten los patógenos para poder controlar las enfermedades
Las enfermedades emergentes y reemergentes, especialmente las que se manifiestan como epidemias han sido fuente de preocupación a lo largo de la historia. En los últimos 200 años, se han desarrollado numerosas herramientas para hacer frente a las enfermedades a nivel individual (vacunas, desinfectantes, antibióticos, antiparasitarios…), pero el control y erradicación de una enfermedad en una población requiere una comprensión de las formas de transmisión de los patógenos.
Ignacio de Blas, doctor en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza e investigador del Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2), participó ayer en el Ateneo de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA) con una conferencia en la que habló de la necesidad de entender cómo se transmiten los patógenos para poder controlar las enfermedades. En su intervención, describió los principales escenarios de transmisión de patógenos y los factores que están relacionados con ellos. La globalización y el cambio climático son dos determinantes que merecen una especial consideración, sobre todo en un grupo de enfermedades de creciente interés como son las enfermedades vectoriales.
Habló de la enfermedad como “fenómeno multifactorial”, de la importancia de desarrollar y trabajar desde el enfoque One Health y de la interrelación entre la medicina humana y la veterinaria.
Los patógenos se pueden transmitir de forma directa, en una misma especie o entre especies; y por contacto indirecto, a través de los alimentos, del agua o del aire. En su conferencia, de Blas hizo un recorrido por los distintos vectores de transmisión y por las enfermedades que provocan entre las que mencionó la fiebre del Nilo Occidental, la leishmaniosis, peste equina, la ceguera de los ríos o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
Entre los factores clave en el mundo actual, mencionó la estacionalidad, por la temperatura y la humedad, e hizo una llamada de atención sobre el cambio climático, “el calentamiento global incrementa las temperaturas y provoca una mayor incidencia de las enfermedades vectoriales”, apuntó Ignacio de Blas.
En este sentido, señaló algunos de los riesgos a los que se enfrenta la sociedad como los cambios que se producirán en las poblaciones de animales con migraciones de aves y peces a nuevos lugares; los efectos negativos del estrés térmico en la salud, el crecimiento y la reproducción y los cambios en la disponibilidad de alimento para el ganado. Asimismo, aludió al incremento de mareas rojas que pueden traer enfermedades graves y el impacto de los cambios en las precipitaciones y cómo los eventos climáticos extremos destruyen los hábitats de especies.
Sobre la resistencia a los antibióticos, de Blas la denominó como “la pandemia silenciosa” sobre la que sería necesario actuar.
También hubo espacio para hablar de las medidas que se han ido adoptando con la covid-19 y subrayó la importancia de trabajar en medidas colectivas sin dejarlo todo a las medidas que individualmente, cada persona, puede tomar. Así, se puso como ejemplo la mascarilla y el control del CO2 a través de la ventilación y el impacto que puede tener. En la conferencia intervino como moderador Javier Ballester, catedrático de la Universidad de Zaragoza e investigador del I3A, que ha formado parte del trabajo que se ha llevado a cabo sobre la transmisión de la covid-19 por aerosoles, impulsada por el doctor José Luis Jiménez, de la Universidad de Colorado. Recordó el trabajo realizado y la apuesta por medir en continuo el CO2 en determinados espacios y se refirió al grupo multidisciplinar que está trabajando en la creación de una nueva norma UNE.
Ignacio de Blas es doctor en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza. Desde 2008 trabaja como profesor titular del Departamento de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria donde imparte docencia en Epidemiología.
Su ámbito fundamental de investigación es la epidemiología veterinaria. Ha desarrollado programas gratuitos como Win Episcope y WinEpi para facilitar la realización de cálculos epidemiológicos y plataformas para la vigilancia epidemiológica en poblaciones acuáticas.
Es diplomado del European College of Aquatic Animal Health. Además, forma parte del grupo de investigación RAySA (Reproducción Asistida y Sanidad Animal) y del Instituto Universitario de Investigación Mixto Agroalimentario de Aragón (IA2).
A esta última sesión del Ateneo de este 2022 asistieron el director de la EINA, José Antonio Yagüe, y el director del I3A y de la Cátedra SAMCA de Desarrollo Tecnológico, Pablo Laguna.
El Ateneo de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA) de la Universidad de Zaragoza está organizado con el respaldo de la Cátedra SAMCA de Desarrollo Tecnológico de Aragón y del I3A. Se celebra los miércoles cada quince días durante el curso académico.
Fotografías: Alfredo Soria (EINA)