Maximiliana, un ejemplo de aplicación social de la tecnología

Jorge Terreu y Pedro Malo, ingenieros informáticos, volvieron a la que un día fue su Universidad a contar su experiencia como emprendedores en una nueva sesión del Ateneo de la EINA
Trabajan ya ocho personas y su objetivo es que las personas mayores puedan acceder a la telefonía móvil de la manera más sencilla posible

El Ateneo de la EINA y de la Cátedra SAMCA de Desarrollo Tecnológico de Aragón recibió ayer la visita de dos ingenieros informáticos, Jorge Terreu y Pedro Malo. Ambos fueron alumnos de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA) y se acercaron a este foro para explicar cómo una iniciativa personal se ha convertido en un proyecto empresarial, Maximiliana, cuya misión es que las personas mayores puedan disfrutar de la tecnología de la manera más sencilla posible. Han logrado hacer accesible la telefonía, las videoconferencias y el envío de mensajes para personas con una media de edad de 84 años. Tienen 1.500 clientes en toda España, la persona más mayor, 107 años.

Jorge y Pedro dirigen la startup Maximiliana, en la que trabaja ya un equipo de ocho jóvenes en Zaragoza, que decidieron unirse para luchar contra la brecha digital y conseguir que más familias estuvieran conectadas. ¿Las claves de su éxito? Pensar en sus abuelas, Maximiliana y Conchita, y hacerlo siempre desde el razonamiento crítico que aprendieron en sus estudios de Ingeniería.

Maximiliana tiene 90 años, nació en un pueblo de Teruel, no tenía móvil. Su nieto Jorge se iba de Erasmus y decidió crear un prototipo de móvil para poder ver a su abuela sin que ella tuviera que hacer nada. A partir de ahí, con cinco móviles que tenía en su casa y en plena pandemia decide contactar con el Hospital Clínico y donarlos con esta aplicación para que personas ingresadas que no podían ver a sus familias pudieran utilizarlos de forma sencilla. Fue la prueba piloto de esta empresa que factura ya medio millón de euros al año.

Un programa de radio y un inversor

La iniciativa llega a los medios de comunicación y una entrevista en una emisora de radio cambia el rumbo de ese proyecto personal. En octubre de 2020, contacta con ellos una persona, Gabriel Alonso, que cree en ellos y decide invertir en Maximiliana. Empieza el recorrido empresarial de la startup.

Su objetivo es hacer accesible la tecnología, romper la brecha digital, adaptar la telefonía a las necesidades de cada persona y evitar que los avances sean barreras para las personas de más edad que no han tenido contacto con Internet. Una fotografía basta para establecer ese contacto, es la base de su proyecto y la cercanía con sus clientes, su experiencia les ayuda a mejorar las prestaciones de su teléfono y corregir errores.

Del Ada Byron al emprendimiento

Ayer, en la Escuela de Ingeniería y Arquitectura tuvieron la oportunidad de reencontrarse con algunos de sus profesores y les contaron cómo los estudios de Ingeniería les han ayudado en su recorrido como emprendedores, “nos dio altura de miras”, apuntaron. La Ingeniería “es pura ejecución y el emprendimiento también”, es ahí donde, según ellos, está todo el juego, la idea es 10% innovación y el resto es el trabajo. Recordaron que no se puede mejorar lo que no se puede medir, “en nuestro caso aporta rigor para tomar decisiones”.

Se consideran corredores de fondo, también en su época de estudiantes, “donde era fundamental mantener el ritmo de estudios” para no perderse y, hoy, en su empresa, necesitan esa visión a largo plazo y las herramientas emocionales que les aportó su paso por las clases, en el edificio Ada Byron de la EINA, “no es una carrera fácil, se pasa por muchos momentos complicados”, un buen aprendizaje para manejar la frustración y las experiencias negativas que también se dan en el mundo de los negocios.

“Abuelas, Ingeniería y emprendimiento” fue el título que eligieron para esta sesión del Ateneo, los tres puntos que dan forma su proyecto empresarial.

El Ateneo estuvo moderado por Francisco Javier Fabra, director de Secretariado de Desarrollo y Transformación Digital de Unizar, profesor en la EINA e investigador del I3A. Asistieron el director de la EINA, José Antonio Yagüe, y el director de la Cátedra SAMCA de Desarrollo Tecnológico y del I3A, Pablo Laguna.

 

Fotografías: Alfredo Soria (EINA Unizar)