La astronauta y biotecnóloga Sara García-Alonso: “El límite lo pone la imaginación humana”

La investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y primera mujer astronauta española  protagonizó el Ateneo de la EINA el Girls’ Day, dentro de la Semana de la Ingeniería y la Arquitectura

Se define como “la niña que sentía curiosidad infinita” y esa curiosidad le llevó a estudiar Biotecnología, entonces muy poco conocida, y a presentarse a la convocatoria para cosmonautas que lanzó la Agencia Espacial Europea (ESA) en 2021. Por qué no, pensó. Se presentaron 23000 personas, comenzaba un largo proceso de pruebas y, finalmente, fue una de las 17 seleccionadas, ocho mujeres y nueve hombres. Hoy, es la primera mujer astronauta española.

Sara García-Alonso es investigadora titular en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y miembro de la reserva del Cuerpo Europeo de Astronautas. Ayer, estuvo en el Ateneo de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA) y de la Cátedra SAMCA de Desarrollo Tecnológico de Aragón, fue en el Girls’ Day, dentro de la Semana de la Ingeniería y de la Arquitectura. Desde el salón de actos del Edificio Betancourt habló para más de 360 personas, la mayoría de ellas jóvenes estudiantes, investigadores e investigadoras, les contó cómo llevar la “(Bio)Tecnología: Desde el Laboratorio hasta el Espacio”, les animó a atreverse, dar el paso y nunca dejar de ser curiosos, “el límite lo pone la imaginación humana”. También detalló cómo trasladará al espacio las investigaciones que lleva a cabo en torno al cáncer.

Siempre vio que le atraían las carreras STEM, “los estudios de ciencia y tecnología te ofrecen muchas oportunidades, acceder a cualquier sector profesional y trabajar para solucionar problemas. Además, desde que fue seleccionada para formar parte de la reserva de astronautas, dedica una parte de su tiempo a la divulgación a dar a conocer su trabajo en su doble faceta, convencida de la “importancia de ejemplos cercanos” para que las mujeres accedan a estos estudios y a las posibilidades que ofrece profesionalmente. En este tiempo, ha impartido numerosas conferencias de divulgación y participado en múltiples eventos para motivar a jóvenes a perseguir carreras STEM. Está considerada entre las 35 mujeres españolas líderes en tecnología, y entre las 100 mujeres más influyentes de España, según Forbes y Magas-El Español.

En su conferencia en el Ateneo de la EINA, explicó cómo la biotecnología engloba toda aplicación tecnológica que utiliza sistemas biológicos y organismos vivos para la creación o modificación de productos o procesos para usos específicos. El abanico de aplicaciones, conocido como “los colores de la biotecnología”, abarca desde la medicina hasta la agricultura sostenible y la mitigación del cambio climático. Ella optó por la salud, por la investigación oncológica, por avanzar en el conocimiento dentro de la complejidad que entraña un diagnóstico de cáncer.

Hacer uso de la tecnología de forma interdisciplinar es el motor que impulsa a una investigadora en biomedicina a convertirse en astronauta. La exploración espacial humana y la investigación en microgravedad promueven avances científicos y tecnológicos para el beneficio de la humanidad, con aplicaciones prácticas en nuestra vida diaria.

Del trabajo como astronauta destacó el desarrollo de proyectos científicos, trabajar en ámbitos multiculturales y hacerlo por los avances tecnológicos y subrayó el punto de la aventura, de hacer estos proyectos desde el espacio. A la exploración espacial humana asoció el conocimiento, el valor económico, la inspiración para nuevos proyectos y la cooperación global y los desafíos.

Sara García-Alonso recordó sus inicios y su trayectoria profesional, se licenció en Biotecnología por la Universidad de León como la primera de su promoción, donde obtuvo varios premios a la excelencia académica. Durante su carrera universitaria, se formó en varios laboratorios y realizó un Máster con especialidad en Biomedicina.

En 2013 se trasladó al Centro de Investigación del Cáncer, donde se doctoró cum laude en Biología Molecular del Cáncer y Medicina Traslacional y consiguió el Premio Extraordinario de Doctorado a la mejor tesis doctoral en Medicina, por la Universidad de Salamanca. Durante esta etapa, trabajó en la identificación de dianas terapéuticas y mecanismos de resistencia a fármacos en diferentes tipos de cáncer.

En 2019, se unió al laboratorio del Dr. Mariano Barbacid en el CNIO, donde ha realizado avances significativos en el estudio del adenocarcinoma de pulmón impulsado por KRAS. Actualmente, lidera un proyecto para el desarrollo de medicamentos contra este tipo de cáncer. También es mentora de investigadores y dirige varias tesis doctorales.

Ha sido galardonada con varios premios y distinciones, como el Premio Ada Byron Joven 2023, la Medalla de Plata de la Comunidad de Madrid, Premio Clara Campoamor del Ayuntamiento de Madrid, Hija Predilecta de León y Leonesa del Año, entre otros. Recientemente, ha publicado su primer libro, “Órbitas”.

En la conferencia estuvo acompañada por el investigador Alberto Jiménez Schuhmacher, responsable del Grupo de Oncología Molecular del IIS Aragón, encargado de presentarla y moderar el coloquio.

En la presentación del Ateneo estuvo el director de la EINA, José Antonio Yagüe, junto a Raquel Trillo, subdirectora de la EINA, Belén Muñoz Gorosito, estudiante del Consejo de Estudiantes de la EINA, organizadoras de la Semana de Ingeniería y Arquitectura, y María Villarroya, impulsora del Girls’ Day y tesorera de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) en Aragón.

El acto lo cerró el director de la Cátedra SAMCA de Desarrollo Tecnológico de Aragón y subdirector del I3A Unizar, Alfonso Ortega. Un cierre para un Ateneo que permitió viajar desde los laboratorios y las aulas hasta el espacio, conocimiento, tecnología, rigor científico, pero también explorar el lado más humano y más emocional, sin techos de cristal, ni límites, porque como dijo Sara García-Alonso al finalizar su conferencia, “el cielo ya no es el límite”.